¿Por qué a veces nos encontramos presos de las circunstancias de nuestra vida?

¿Por qué a pesar de tener la autonomía, la inteligencia y la seguridad una y otra vez cometemos los mismos errores, aún a nuestro pesar, una y otra vez se repiten las mismas situaciones, los mismos dramas, las mismas desilusiones?

¿Por qué el entorno se confabula siempre, antes o después, en nuestra contra, derrocando nuestros tan anhelados ideales?

¿Por qué siempre amamos y construimos sueños que nunca se llegan a concretar en realidades, y si llegan a serlo se transforman en nuevas celdas grises, incubadoras de nuevos sueños que quizás esta vez sí se concreten en la tan anhelada felicidad, y otra vez la cadena de sucesos se repite siempre con el mismo final?

¿Por qué todas estas vicisitudes siempre nos dominan y nunca tenemos, en realidad, el domino de nuestra propia existencia, la auténtica y pura Libertad?

La psicología gnóstica nos acerca algunas respuestas.
“Lo peor de todo en la situación tan difícil y tan extraña en que nos encontramos, es que ignoramos el secreto de todas nuestras tragedias y sin embargo estamos convencidos de que lo sabemos todo.
Basta Ieer la Historia Universal para saber que somos los mismos bárbaros de antaño y que en vez de mejorar nos hemos vuelto peores. Cuando uno cambia interiormente y tal cambio es radical, lo exterior, las circunstancias, la vida, cambian también. Tenemos que anhelar un cambio verdadero, salir de esta rutina aburridora, de esta vida meramente mecanicista, cansona.” V.M. Samael

La psicología gnóstica nos plantea dos caminos ante los cuales nos encontramos de instante en instante, el camino de la vertical y el camino de la horizontal. El camino de la horizontal es aquel en donde se presentan todas las circunstancias de la vida en general y de nuestra existencia en particular. “La cuestión del tiempo y de los años; eso de nacer, crecer, desarrollarse, casarse, reproducirse, envejecerse y morir, es exclusivo de la Horizontal, en la Vertical el concepto tiempo no cabe.”
El camino de la horizontal es aquel en que los hechos se suceden y nosotros nos transformamos en víctimas de ellos, llorando o riendo.

“Cuando alguien les adula sonríen; cuando les humillan sufren. Insultan si se les insulta; hieren si se les hiere; nunca son libres; sus semejantes tienen poder para llevarles de la alegría a la tristeza, de la esperanza a la desesperación. Cada persona de esas que van por el Camino Horizontal, se parece a un instrumento musical, donde cada uno de sus semejantes toca lo que le viene en gana. Es evidente que el Vertical es diferente; es el camino de los rebeldes inteligentes, el de los Revolucionarios. Nos hallamos pues de instante en instante ante dos caminos: el Horizontal y el Vertical, las cuales se encuentran de momento en momento en nuestro interior psicológico y forman una cruz. Cuando uno se recuerda a si mismo, cuando trabaja sobre si mismo, cuando no se identifica con todos los problemas y penas de la vida, de hecho va por la Senda Vertical. El Trabajo sobre sí mismo es la característica fundamental del Camino Vertical. Nadie podría hollar la Senda de la Gran Rebeldía, si jamás trabajase sobre sí mismo. El Trabajo al que nos estamos refiriendo es de tipo Psicológico; se ocupa de cierta transformación del momento presente en que nos encontramos. Necesitamos aprender a vivir de instante en instante. Transformar reacciones mecánicas es posible mediante la confrontación lógica y la Auto-Reflexión Íntima del Ser. Por ejemplo, una persona que se encuentra desesperada por algún problema sentimental, económico o político, obviamente se ha olvidado de sí misma. Tal persona si se detiene un instante, si observa la situación y trata de recordarse a sí mismo y luego se esfuerza en comprender el sentido de su actitud. Si reflexiona un poco, si piensa en que todo pasa; en que la vida es ilusoria, fugaz y en que la muerte reduce a cenizas todas las vanidades del mundo. Si comprende que su problema en el fondo no es más que un fuego fatuo que pronto se apaga, verá de pronto con sorpresa que todo ha cambiado. Transformar reacciones mecánicas es posible mediante la confrontación lógica y la Auto-Reflexión Íntima del Ser. Quien aprende a transformar las reacciones mecánicas, de hecho se mete por el Camino Vertical.”

Transformar estas reacciones mecánicas que inevitablemente tenemos ante cada una de las circunstancias que se nos presentan y nos dominan a lo largo de toda nuestra vida, mediante la reflexión profunda de nuestro Ser Interno es a lo que nos invita la psicología gnóstica. Una mirada a nuestro interior, a lo que realmente somos, a lo que realmente queremos, un salto de la mecanicidad a la autoconciencia, un camino pocas veces explorado, pero profundamente rico y sorprendente, nos aguarda más cerca que cualquier otro maravilloso tesoro dentro de nosotros mismos.
Sólo falta tomar la iniciativa y atrevernos al autodescubrimiento.

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